Un Inicio con mal sabor y con muchas Tareas Pendientes para la Temporada 2025
(image via Aldo Canale)
La temporada 2025 comenzó con un golpe amargo para el Houston Dynamo, que cayó 2-1 ante el FC Dallas en un partido que dejó mucho de qué hablar. El clima lluvioso y las condiciones difíciles del campo no fueron excusa para lo que terminó siendo una derrota autoinfligida, aunque con señales positivas que dan esperanzas para lo que sigue. La derrota en el primer clásico texano del año podría haber sido más dolorosa si no fuera por algunas actuaciones individuales destacadas, especialmente de los nuevos refuerzos y jóvenes talentos.
El equipo de Ben Olsen comenzó con una alineación interesante que mostró promesas, particularmente en el mediocampo, donde la dupla Artur-McGlynn se destacó por su movilidad y control del balón. El gol del Dynamo llegó gracias a un centro preciso de Griffin Dorsey, que Ezequiel Ponce, tras un cabezazo, dejó a Amine Bassi para que anotara. Esa jugada fue un reflejo del buen trabajo colectivo, aunque el equipo necesitó más para mantenerse en control durante todo el partido.
A pesar de la buena respuesta inicial, los errores defensivos marcaron la diferencia en este partido. El gol del empate llegó gracias a un pase errado de Ethan Bartlow, quien intentó sacar el balón desde atrás sin la claridad necesaria. El atacante de Dallas, Petar Musa, no dudó en aprovechar el error y convertir el gol. A partir de ahí, el Dynamo no pudo recuperarse nunca. Aunque hizo algunos intentos sin mucha trascendencia y poca efectividad en los ultimos metros del campo. La jugada que selló el destino del partido fue una escapada de Anderson Julio, quien tras una gran jugada individual, superó tanto a los defensores como a Andrew Tarbell, el arquero, para anotar el gol de la victoria.
Es cierto que el primer partido de la temporada nunca es una muestra definitiva de lo que vendrá, y mucho menos cuando aún queda tanto por recorrer. Los puntos que el Dynamo debe trabajar son claros. La defensa necesita mejorar, sobre todo en los momentos de presión, y la falta de contundencia en las oportunidades claras también fue un factor que pesó.
Sin embargo, hay razones para la esperanza. La calidad de un nuevo refuerzo como Lodeiro, el trabajo constante de Dorsey en la banda y el sólido rendimiento de la nueva dupla Artur-McGlynn dejan claro que el equipo tiene las piezas para mejorar y competir. Es fundamental mantener el apoyo al equipo, ya que la temporada recién comienza y lo mejor está por venir.
El desafío que se avecina será complicado, especialmente con la llegada de equipos que prometen mucho, como el Inter Miami con la presencia de Lionel Messi. Este tipo de partidos será una verdadera prueba para el Dynamo, pero también una oportunidad para demostrar que están listos para competir al más alto nivel.
Con la dirección de Ben Olsen y el respaldo de su afición, el Houston Dynamo tiene todo lo necesario para dar pelea. Esto recién empieza.